En un operativo para investigar un caso de robo de vehículos, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCM) descubrió una bodega donde presuntamente se clonaba Coca-Cola. El hallazgo se dio en un inmueble de la colonia Santa Martha Acatitla Norte, en la alcaldía Iztapalapa, donde se encontraron cientos de cajas con botellas de refresco posiblemente clonado.
Las presentaciones de Coca-Cola más clonadas eran las que se venden en envase de vidrio y la botella de tres litros, según informaron las autoridades en un primer recuento. En total, se encontraron alrededor de 2,340 litros de Coca-Cola falsificada listos para su venta, además de 797 cajas adicionales con envases para la venta de refrescos.
Además de los productos falsificados, se encontraron en el lugar tres placas vehiculares con reporte de robo vigente, un geolocalizador de posicionamiento satelital (GPS), un automóvil tipo sedán, una camioneta y una motocicleta, vehículos cuya propiedad se investiga. Dos personas que se encontraban en el lugar fueron detenidas y puestas a disposición del Ministerio Público.
La investigación realizada por la Coordinación General de Investigación Estratégica de la Fiscalía capitalina reveló que presuntamente se elaboraban y almacenaban bebidas gaseosas con características muy similares a la Coca-Cola, las cuales se vendían y etiquetaban como si fueran el producto original. Los presuntos clonadores ya tenían listos para su venta una gran cantidad de refresco de cola clonado, lo que evidencia la magnitud de esta operación ilegal.
La clonación de productos es un delito que puede tener graves consecuencias para la salud de los consumidores, ya que no se garantiza la calidad de los ingredientes ni la higiene del proceso de elaboración. Además, se trata de una práctica que afecta gravemente a las marcas originales, generando pérdidas económicas y afectando su reputación.
Por ello, la FGJCM ha iniciado una investigación por el delito de encubrimiento por receptación, es decir, por almacenar artículos o vehículos robados. Este caso es un ejemplo de la importancia de combatir la falsificación y el robo de productos, para garantizar la seguridad y la calidad de los bienes que consumimos.
