El presidente Andrés Manuel López Obrador ha tomado una decisión firme en relación con la contienda para la gubernatura de Chiapas, al descartar la participación de su prima Manuela Obrador, quien había expresado su interés en buscar la candidatura. López Obrador argumentó que su familia no debe participar en política para evitar la perpetuación de prácticas dañinas como el amiguismo, el influyentismo y el nepotismo.
Esta determinación del presidente surge después de que Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), declinara su aspiración a la candidatura y participara en un evento público junto a Manuela Obrador. Durante este evento, la diputada federal por Chiapas fue recibida con entusiasmo por parte de la audiencia, que coreó el título de «gobernadora» en medio de los aplausos hacia el funcionario federal.
López Obrador reconoció el papel de la familia en la política, pero subrayó la importancia de que no se abusara de esta relación. Para el presidente, la política es una profesión que no debe ser tomada a la ligera, y la mera afiliación familiar o amistosa no debe ser suficiente para aspirar a un cargo público. Según sus palabras, esto sería un desprecio hacia la política y una falta de respeto hacia el pueblo.
El jefe del Ejecutivo no solo se comunicó directamente con Manuela Obrador, sino también con Zoé Robledo Aburto para expresar su desacuerdo con el evento en el que se destapó la aspiración de la prima del presidente. Este episodio se produjo poco después de que se confirmara que Robledo Aburto permanecerá en el gabinete federal en lugar de buscar la candidatura en Chiapas.
