Un emocionante descubrimiento en el campo de la astronomía acaba de ser publicado en línea el miércoles 3 de mayo en la prestigiosa revista Nature. El estudio documenta la primera observación de una estrella envejecida tragándose un planeta, un fenómeno que ha sido pronosticado por los astrónomos durante décadas, pero que nunca había sido observado directamente.
El equipo de investigadores descubrió el fenómeno utilizando diferentes observatorios terrestres y el telescopio espacial NEOWISE de la NASA. La estrella en cuestión se encuentra en la fase final de su vida, la fase de gigante roja, en la que puede durar más de 100,000 años. La estrella comenzó a aumentar de tamaño después de quedarse sin combustible en su núcleo, lo que la llevó a consumir por completo el planeta vecino que se encontraba en una órbita cercana.
El planeta, del tamaño de Júpiter, tenía una órbita aún más cercana a la estrella que la de Mercurio a nuestro Sol. A medida que la estrella se expandía, su atmósfera exterior finalmente rodeó al planeta y la resistencia atmosférica redujo su velocidad, encogiendo su órbita y finalmente enviándolo por debajo de la superficie visible de la estrella.
La transferencia de energía durante este proceso hizo que la estrella aumentara temporalmente de tamaño y se hiciera unos cientos de veces más brillante. Las observaciones recientes muestran que la estrella ha vuelto al tamaño y brillo que tenía antes de fusionarse con el planeta.
Este emocionante descubrimiento tiene implicaciones para nuestro propio sistema solar, ya que en unos 5,000 millones de años, nuestro Sol pasará por un proceso de envejecimiento similar, posiblemente alcanzando 100 veces su diámetro actual y convirtiéndose en una gigante roja. Durante ese período de crecimiento, se espera que absorba a Mercurio, Venus y posiblemente la Tierra.
Este estudio proporciona una visión más clara de los procesos que ocurren durante la fase final de la vida de las estrellas y cómo afectan a los planetas cercanos. Como señaló Kishalay De, astrónomo del MIT y autor principal del estudio, «este tipo de fenómeno ha sido pronosticado durante décadas, pero hasta ahora nunca hemos observado realmente cómo se desarrolla este proceso». Sin duda, este descubrimiento marcará un hito importante en la investigación del universo y abrirá nuevas puertas para futuros descubrimientos.
