La selección de Estados Unidos logró asegurar su lugar en la final de la Liga de Naciones de la Concacaf después de eliminar a México en un partido lleno de controversias y marcado por cantos homófobos de la afición mexicana. El encuentro, que se detuvo antes del final del tiempo añadido, culminó con una victoria contundente para Estados Unidos por 3-0 y hasta cuatro expulsiones.
El Allegiant Stadium de Las Vegas fue testigo de un enfrentamiento intenso entre ambos equipos, con trifulcas y enganchones tanto en el terreno de juego como en los banquillos. Si bien el dominio futbolístico estuvo del lado de Estados Unidos, las confrontaciones desbordadas eclipsaron el espectáculo. Fue precisamente la repetición de cánticos homófobos por parte de la afición mexicana en la segunda mitad lo que llevó al árbitro salvadoreño Iván Barton a dar por finalizado el partido antes de lo previsto.
A pesar de la polémica, Estados Unidos se clasificó para la final tras superar al equipo mexicano dirigido por Diego Cocca, quien no logró hacer frente al poder ofensivo estadounidense y a los goles de Christian Pulisic, autor de un doblete, y Ricardo Pepi.
En la final de esta Liga de Naciones de la Concacaf, Estados Unidos se enfrentará a su vecino del norte, Canadá, que venció a Panamá por 2-0 en su semifinal. Sin embargo, ambos equipos no contarán con la presencia de Weston McKennie ni Sergiño Dest, quienes fueron expulsados durante las trifulcas generadas por entradas duras de jugadores mexicanos. Además, César Montes y Gerardo Arteaga también fueron expulsados.
En el minuto 90, el árbitro Barton interrumpió el partido debido a los cánticos homófobos provenientes de los aficionados mexicanos. Aunque el juego se reanudó con 12 minutos de tiempo añadido, los repetidos cánticos obligaron a Barton a dar por concluido el partido en el octavo minuto del tiempo añadido.
La Concacaf, organismo rector de la región de Norteamérica, el Caribe y Centroamérica, condenó enérgicamente los cánticos discriminatorios emitidos por algunos aficionados durante el partido. En un comunicado, señaló que los cánticos provocaron la activación del protocolo antidiscriminación por parte de los oficiales del partido y que varios aficionados fueron expulsados del estadio debido a su comportamiento inaceptable.
A pesar de la tensión y la controversia que rodearon este encuentro, la final entre Estados Unidos y Canadá promete ser un enfrentamiento emocionante que determinará al campeón de la Liga de Naciones de la Concacaf.
