El origen de esta festividad, remonta a la celebración de la virgen de la Candelaria en la Basílica de la Virgen de la Candelaria ubicada en las Islas Canarias, España. Se festeja con un desfile militar ante el Presidente y el Rey y la fiesta se extiende por varios días.
El 2 de febrero termina la época de la Navidad y se celebra con la presentación del niño Dios en las iglesias católicas. Se lleva a cabo en esta fecha debido a que se cumple la cuarentena exigida por la tradición judía desde el parto de Santa María.
De acuerdo con la tradición, se guardan las figuras que se colocaron para simbolizar el nacimiento de Jesús, por lo que la “madrina” que colocó allí al Niño Jesús en Nochebuena lo “levanta” y los viste con algunos de los ropajes que se ofertan en romerías, mercados y demás establecimientos del país. Después, se lleva a presentar a la iglesia para que lo bendiga el sacerdote.
«Los trajes han ganado una gran popularidad, ya que van desde el típico traje blanco hasta de doctores, maestros, futbolistas, etc. Y una vez vestido se lleva a bendecir, esto para la prosperidad de la familia».
La iglesia católica asegura que la vestimenta o ropón que se le pone al niño Dios es un símbolo de celebración sobre el nacimiento del salvador, de Jesús en la Tierra. El objetivo es resaltar su divinidad.
Además de llevar al niño Dios a las iglesias, también se acostumbra que la persona a la que le salió el niño en la rosca de reyes es la encargada de realizar tamales y atole para su familia, esta tradición se debe a que en esta misma fecha, basándose en el calendario azteca, es la bendición del maíz, y se elaboran alimentos con él.
