En la última etapa del proceso de venta de Banamex, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado su aprobación para que Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México, adquiera el cuarto banco más grande del país en términos de activos. Aunque la transacción, valuada en aproximadamente 7.000 millones de dólares, aún no se ha cerrado, los analistas financieros consideran a Larrea, conocido como el «rey del cobre», como el postor más fuerte para adquirir esta institución financiera que aún está en manos de Citi. El mandatario mexicano declaró este martes en Palacio Nacional que su gobierno no tendría objeciones si Larrea resulta ser el ganador de la subasta. «Las negociaciones van muy bien, uno de los posibles compradores es Grupo México. Les hemos transmitido a los consejeros y directivos de Citi que el Gobierno de México no tiene ninguna objeción a que se lleve a cabo esta operación», afirmó.
Aunque López Obrador admitió que existen diferencias con el dueño del conglomerado minero, ferrocarrilero e industrial, insinuó que estas discrepancias no serían un obstáculo en el proceso de venta en curso. «Vemos con buenos ojos que se lleve a cabo la operación porque se están cumpliendo, no requisitos, sino recomendaciones. Solo me falta revisar la parte de impuestos, pero vemos con buenos ojos que se lleve a cabo la operación. Si es Grupo México, no vemos problemas. Tenemos diferencias con ellos, pero eso es otra historia», agregó.
Después de más de un año de especulaciones sobre el próximo propietario del banco con más de 23 millones de clientes y 1.200 sucursales, el misterio está a punto de revelarse. De una competencia que comenzó con varios postores, desde Santander hasta Banco Inbursa, ahora solo se escucha el nombre del empresario minero como la oferta firme que anunciará Citi en cuestión de semanas. Siendo una operación privada, el gobierno federal actúa como espectador, aunque en más de una ocasión el presidente López Obrador ha expresado sus «recomendaciones» sobre el perfil del nuevo propietario de Banamex: una empresa de capital privado, al día con sus impuestos y comprometida a mantener en el país el patrimonio cultural en posesión del banco.
El Ejecutivo observa con especial atención esta operación, entre otros factores, debido al pago de impuestos que implicará para las arcas federales, un requisito destacado por el presidente este martes: «Vendieron Banamex a Citigroup, y deberían haber pagado alrededor de 3.000 millones de dólares, pero no pagaron ni un centavo. Miren cómo da vueltas la vida. Ahora Citibanamex está vendiendo nuevamente el banco, y son otros tiempos, ahora tienen que pagar impuestos», dijo.
