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Trump afirma que caso de fraude es una «estafa» con motivaciones políticas

En medio de un ambiente cargado de tensiones y declaraciones desafiantes, el expresidente Donald Trump se presentó el pasado 2 de octubre en un tribunal de Nueva York para enfrentar una demanda que amenaza con arrebatarle el control de la icónica Torre Trump y otras propiedades de alto valor.

Con un tono desafiante, Trump calificó el caso de fraude civil sobre sus prácticas comerciales como una «estafa» con claras motivaciones políticas. Afirmó que se trata de una continuación de lo que él denominó como «la mayor caza de brujas de todos los tiempos». En su viaje voluntario al tribunal, el republicano dejó claro que está en juego mucho más que propiedades, señalando que es un intento de perjudicar sus posibles aspiraciones de regresar a la Casa Blanca.

«Es una estafa. Es una farsa», insistió Trump, respaldando sus argumentos con la afirmación de que la demanda presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, es un intento políticamente motivado para frustrar su futuro político. Aseguró que lo que se está presenciando es un intento de perjudicarlo en unas elecciones y expresó su escepticismo acerca de la tolerancia del pueblo estadounidense hacia este supuesto complot en su contra.

Durante su camino hacia la corte, Trump evitó el contacto visual con James, una demócrata, mostrando en su rostro una expresión de disgusto evidente. La demanda acusa al expresidente y a su compañía de engañar a bancos, aseguradoras y otros al mentir sistemáticamente sobre su verdadera riqueza en los estados financieros.

El juez Arthur Engoron ya emitió un fallo que sostiene que Trump cometió fraude en sus negocios, y ahora se espera que tome decisiones cruciales sobre otras seis reclamaciones de la demanda. La fiscal James busca una condena por 250 millones de dólares en multas y la prohibición de que Trump realice negocios en el estado de Nueva York.

El veredicto del juez de la semana pasada, de confirmarse en apelación, podría tener consecuencias significativas para Trump, obligándolo a renunciar a propiedades valiosas en Nueva York, incluida la emblemática Torre Trump, un edificio de oficinas en Wall Street, campos de golf y una propiedad suburbana.

A pesar de las acusaciones en su contra, Trump, considerado el favorito republicano en la carrera presidencial de 2024, ha mantenido su postura de negar cualquier actuación indebida. Asegura que tanto James como el juez están subvaluando activos clave, como el exclusivo club Mar-a-Lago, en un intento de desacreditar su legado empresarial. El juicio continúa siendo un punto de alta tensión en el panorama político estadounidense, con implicaciones que podrían resonar más allá de las paredes del tribunal.

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