El volcán Popocatépetl, ubicado entre los estados de Puebla y Estado de México, en el centro del país, ha experimentado un incremento en su actividad en los últimos días, lo que ha llevado a las autoridades mexicanas a elevar el nivel de alerta volcánica.
El domingo pasado, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) de México decidió aumentar el nivel del semáforo de alerta volcánica del Popocatépetl, pasando de amarillo fase 2 a amarillo fase 3. Esta medida se tomó debido al aumento en la actividad volcánica y sus posibles implicaciones.
La coordinadora nacional de la CNPC, Laura Velázquez Alzúa, informó durante una conferencia de prensa que el nivel de alerta amarillo fase 3 implica la posibilidad de actividad eruptiva de explosividad baja a intermedia. Además, se pueden presentar explosiones leves a moderadas que arrojen fragmentos en las proximidades del cráter, lluvias de ceniza leves a moderadas en poblaciones cercanas e incluso en algunas ciudades más distantes. También se mencionaron afectaciones al tránsito aéreo, el crecimiento de domos volcánicos y la posibilidad de expulsión de magma, así como explosiones de intensidad creciente.
En la actualidad, los caminos hacia el volcán están cerrados y se ha establecido un radio de seguridad de 12 kilómetros alrededor del cráter para salvaguardar la vida de las personas.
Pero, ¿qué condiciones se necesitarían para que el nivel de alerta cambie a rojo? El semáforo de alerta volcánica consta de siete fases, divididas en tres niveles o colores: verde, amarillo y rojo.
Actualmente, nos encontramos en el nivel amarillo fase 3, lo que indica que la actividad del Popocatépetl va de intermedia a alta, y el volcán se encuentra a un paso del nivel rojo.
Para alcanzar el nivel rojo fase 1, se requeriría una actividad explosiva considerable y peligrosa para las poblaciones cercanas. Mientras que en el nivel amarillo fase 3 se registran explosiones esporádicas (se reportaron 10 el pasado fin de semana, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres), en el nivel rojo fase 1 estas explosiones se vuelven constantes.
El Gobierno de México ha establecido las siguientes condiciones para el nivel rojo fase 1:
1. Columnas eruptivas de alcance estratosférico.
2. Explosiones grandes que pueden lanzar fragmentos hacia las poblaciones más cercanas.
3. Flujos piroclásticos que pueden alcanzar poblaciones cercanas.
4. Flujos de lodo (lahares) que pueden afectar tanto a poblaciones cercanas como a distancias mayores.
5. Lluvias de ceniza significativas sobre poblaciones cercanas, a distancias intermedias, e incluso en ciudades más lejanas.
6. Riesgos graves para la aviación y efectos serios en los aeropuertos.
La CNPC es la institución responsable de monitorear estas condiciones y determinar el aumento del nivel de alerta volcánica, siguiendo las recomendaciones del Comité Científico Asesor del Sistema Nacional de Protección Civil (CCA).
Es importante que la población se mantenga informada sobre la actividad del volcán y siga las indicaciones de las autoridades para garantizar su seguridad y bienestar. La vigilancia y el seguimiento continuo de la situación son fundamentales para tomar las medidas necesarias en caso de un cambio en el nivel de alerta volcánica.
