Un sismo de magnitud 3 en la escala de Richter sacudió la Ciudad de México el pasado miércoles 10 de mayo, causando alarma entre los habitantes de la capital mexicana. Aunque no se activó la alerta sísmica, el temblor se sintió en diversos puntos de la ciudad.
El Servicio Sismológico Nacional confirmó que el epicentro del sismo se ubicó al noreste de la alcaldía Magdalena Contreras. A pesar de su baja magnitud, el movimiento telúrico fue perceptible para la población debido a que tuvo lugar dentro de la misma ciudad.
Ante la situación, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México inició su protocolo de revisión, desplegando helicópteros para sobrevolar las alcaldías y detectar posibles daños. Sin embargo, hasta el momento no se han reportado afectaciones significativas.
La aplicación SkyAlert, encargada de informar sobre eventos sísmicos, explicó que este tipo de sismo, con epicentro local, se caracteriza por su intensidad y corta duración, posiblemente debido a su superficialidad. Aunque la sensación fue fuerte, no se han registrado daños materiales ni víctimas como consecuencia de este temblor.
Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, confirmó que la situación se encuentra bajo control, según el primer informe de Protección Civil. Tras comunicarse con las alcaldías, se reportó que no hubo afectaciones relevantes a causa del sismo.
Sin embargo, algunos ciudadanos se preguntaron por qué no se activó la alerta sísmica en esta ocasión. El C5, organismo encargado del monitoreo y respuesta ante emergencias, explicó que la alerta no se activa cuando el epicentro se encuentra dentro de la Ciudad de México. Esta medida se basa en las limitaciones del tiempo de alertamiento en comparación con la velocidad de propagación de las ondas sísmicas.
El sistema de alerta sísmica se fundamenta en la detección temprana de las ondas sísmicas generadas por un terremoto, para enviar una señal de alerta a las áreas afectadas antes de que lleguen las ondas más destructivas. Sin embargo, cuando el epicentro se encuentra muy cerca de la ciudad, las ondas sísmicas llegan prácticamente al mismo tiempo que la alerta, lo cual dificulta emitir una advertencia efectiva.
La presencia cada vez más frecuente de microsismos en la Ciudad de México también ha llamado la atención en los últimos meses. En algunos casos, se han activado protocolos de seguridad similares a los de sismos de mayor magnitud. Según SkyAlert, uno de los factores principales de estos microsismos es el constante hundimiento de suelos blandos en gran parte de la capital, lo cual genera presión en fallas locales y se traduce en sismos de corta duración pero perceptibles debido a la alta densidad poblacional.
A pesar de la preocupación que generan estos eventos, es importante destacar que la Ciudad de México cuenta con protocolos de seguridad y respuesta ante sismos bien establecidos, lo que ha permitido una pronta respuesta de las autoridades.
