Cuando un volcán entra en erupción, se desatan fuerzas poderosas de la naturaleza y se generan fenómenos que pueden afectar áreas a cientos o miles de kilómetros de distancia. Uno de los efectos más comunes son las lluvias de cenizas, partículas volcánicas que pueden elevarse a grandes altitudes y ser transportadas por el viento, representando riesgos para la población.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) advierte sobre la importancia de tomar medidas de prevención y seguridad para minimizar los daños causados por las erupciones volcánicas. A continuación, se presentan algunas recomendaciones fundamentales:
1. Evitar actividades al aire libre: Durante la caída de cenizas, es aconsejable no realizar actividades al aire libre y, en la medida de lo posible, permanecer en lugares cerrados. Es importante cerrar puertas y ventanas, y colocar toallas o trapos húmedos en las rendijas para evitar la entrada de partículas.
2. Proteger nariz y boca: Si es necesario salir, es crucial cubrir nariz y boca con un pañuelo o mascarilla. Se recomienda utilizar lentes de armazón en lugar de lentes de contacto, ya que estos últimos pueden aumentar la irritación ocular. Un trapo o mascarilla húmedos para nariz y boca resultan útiles, pero deben lavarse y humedecerse con frecuencia. Para proteger los ojos, es aconsejable utilizar lentes protectores, especialmente si se usan lentes de contacto.
3. Enfermedades respiratorias: Las personas que sufren enfermedades respiratorias deben permanecer en sus hogares y evitar cualquier exposición innecesaria a las cenizas. Si es posible, trasladarse a un lugar libre de partículas volcánicas.
4. Almacenamiento de agua: Es imprescindible contar con suficiente agua almacenada de antemano para al menos una semana, calculando unos 4 litros por persona al día. Además, se recomienda cubrir los tinacos, cisternas o depósitos de agua para evitar la contaminación por cenizas.
5. Higiene alimentaria: En caso de que caiga ceniza sobre los alimentos, se debe evitar su consumo y su uso en la preparación de comidas, ya que se encuentran contaminados. Asimismo, es importante lavar a conciencia las frutas y verduras que hayan estado expuestas a la intemperie.
6. Limpieza adecuada: Para eliminar la ceniza de techos, patios y calles, se recomienda barrer o utilizar una pala, y depositarla en bolsas. Nunca se debe arrojar cenizas al desagüe, ya que podría obstruirlo. Humedecer ligeramente la ceniza antes de barrerla ayuda a evitar que se levante en el aire.
7. Aprovechamiento de la ceniza: La ceniza volcánica es rica en minerales y puede ser utilizada de manera provechosa en parques, jardines, macetas o tierras de cultivo. Sin embargo, se deben tomar precauciones y asesorarse para garantizar un uso adecuado.
8. Obtener información confiable: En situaciones de erupción volcánica, es crucial estar informado a través de fuentes confiables. Se recomienda sintonizar radios locales y seguir las indicaciones y actualizaciones proporcionadas por las autoridades de Protección Civil. Es importante evitar difundir rumores y confiar únicamente en la información verificada y oficial.
Ante la posibilidad de una lluvia de cenizas, es esencial que la población esté preparada y tome las medidas necesarias para proteger su salud y seguridad. La colaboración entre las autoridades, los expertos en volcanología y la comunidad es fundamental para minimizar los riesgos y garantizar una respuesta eficiente en caso de emergencia.
Recordemos que los fenómenos volcánicos son impredecibles y su impacto puede ser significativo, por lo que estar informado y seguir las recomendaciones de prevención son aspectos clave para mantener la seguridad en estas circunstancias. La preparación y la conciencia pública son fundamentales para afrontar los desafíos que presenta la actividad volcánica y proteger el bienestar de las comunidades afectadas.
