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Secretaría de Marina asume control de tramo ferroviario a través de decreto, ante imposibilidad de acuerdo con Grupo México

 

El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que el decreto mediante el cual la Secretaría de Marina asumió el control del tramo Medias Aguas-Coatzacoalcos se debió a la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Grupo México. La discusión giraba en torno a que dicho tramo, que estaba en manos de Ferro Sur, formaba parte de un circuito ferroviario considerado de seguridad nacional y era fundamental para la red ferroviaria del sureste, que incluye el Tren Maya y el Tren Transístmico.

López Obrador detalló que, a pesar de que hubo un principio de acuerdo, Grupo México exigía un pago de 9 mil 500 millones de pesos por el tramo, lo cual hizo inviable llegar a un acuerdo con la empresa. El presidente enfatizó la importancia de esta ruta para las obras ferroviarias estratégicas en el sureste, ya que son proyectos destinados al bienestar social de la región.

Durante una conferencia de prensa, el mandatario aclaró que mantuvo conversaciones con el presidente de Grupo México, Germán Larrea, para alcanzar un acuerdo, pero debido a la intervención de abogados o expertos, la postura de la empresa cambió y se dificultó llegar a un entendimiento. López Obrador enfatizó que este asunto no es personal ni un pleito, sino que obedece a la necesidad de un gobernante de priorizar el interés público. Además, aseguró que esta situación no afectará la operación que Grupo México tiene para adquirir Banamex.

El presidente reafirmó su compromiso de no objetar la compra-venta de Banamex, siempre y cuando se cumplan los cuatro requisitos originalmente establecidos: que el capital sea mayoritariamente nacional, que estén al corriente en sus obligaciones fiscales, que el grupo CitiBanamex pague los impuestos correspondientes por la operación y que el patrimonio cultural del banco permanezca en México.

López Obrador mostró un mapa del tramo en cuestión y recordó que, durante el gobierno de Miguel de la Madrid, todas las vías férreas del Istmo eran consideradas de seguridad nacional. Sin embargo, esta condición fue modificada en este tramo específico para garantizar la conexión entre Salina Cruz y Coatzacoalcos.

El presidente afirmó: «No queremos que en el futuro se privatice todo lo que se está construyendo, que son obras públicas muy importantes para el desarrollo del sureste y el bienestar del pueblo. Tenemos que garantizar un futuro de justicia para las nuevas generaciones». Hizo hincapié en la importancia del Tren Maya, que consta de dos rutas y abarca 1,554 kilómetros de vías férreas.

López Obrador mencionó que, mediante decisiones recientes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se ratificó que toda esta zona se considera de seguridad nacional, con el objetivo de garantizar la conclusión de estas obras estratégicas.

El presidente criticó a aquellos que se oponen a estas construcciones, calificándolos como grupos facciosos, corruptos, conservadores y reaccionarios. Destacó que estas obras benefician al pueblo y han contribuido a reducir el desempleo en la región sureste, que históricamente ha sido una de las más pobres a pesar de su riqueza natural.

En cuanto a las negociaciones con Grupo México, López Obrador mencionó que en una ocasión había conversado informalmente con Germán Larrea, enfatizando la posibilidad de llegar a un acuerdo. Sin embargo, la semana pasada, cuando se tenía previsto firmar el acuerdo, el presidente consideró que sería de mal gusto hacerlo el mismo día en que iba a tener una comida con un grupo de empresarios, por lo que decidió publicar el decreto.

Se realizaron nuevos intentos de acuerdo con Grupo México, pero la propuesta de la empresa de un pago de 9 mil 500 millones de pesos resultó inaceptable. «Estábamos avanzando, pero después se volvió intransitable porque nos dejaban como única opción el derecho de paso. No, es una zona estratégica. Ya comprenderán cómo está el mundo, por qué tenemos que cuidar y conservar con neutralidad», afirmó el presidente.

López Obrador destacó que la relación entre el poder económico y político en el pasado era estrecha y se alimentaban mutuamente, pero su gobierno busca priorizar el interés público por encima del particular. Subrayó que las concesiones para las obras estratégicas se han otorgado a la Defensa Nacional y a la Marina para evitar la privatización y garantizar los beneficios para las fuerzas armadas y las pensiones, así como para proteger las inversiones realizadas por el pueblo, como los aeropuertos que han requerido una inversión de más de 400 mil millones de pesos.

En conclusión, la asunción del control del tramo Medias Aguas-Coatzacoalcos por parte de la Secretaría de Marina se produjo debido a la falta de acuerdo con Grupo México en relación a la importancia de dicho tramo para las obras ferroviarias estratégicas del sureste de México. El presidente López Obrador enfatizó la necesidad de priorizar el interés público y garantizar un futuro de justicia para las nuevas generaciones, mientras critica a aquellos que se oponen a estas obras y defiende la defensa de la soberanía nacional.

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