En su recorrido por el sur de Oaxaca, el presidente Andrés Manuel López Obrador abordó diversos temas en su balance de los programas sociales y destacó la importancia de los libros de texto gratuitos. Afirmó que en la distribución de estos materiales educativos, la voz de los padres y maestros será fundamental, relegando a un segundo plano las decisiones de gobernantes y autoridades que hayan perdido su integridad.
Ante la proximidad del inicio del nuevo ciclo escolar, el mandatario resaltó el avance en la transformación del país y aseguró que aunque esta primera etapa está por concluir, aún hay mucho por hacer debido al gran rezago que se heredó. *»Esto no termina todavía. Se necesita más tiempo, porque fue mucho el rezago, el robo, el saqueo, el abandono, el empobrecimiento del pueblo. Se resista seguir la transformación. Tengo confianza de que el pueblo va a seguir la transformación y lo que los corruptos, saqueadores, clasistas, racistas se van a quedar con las ganas de seguir robando. Al carajo los corruptos»*, enfatizó.
Recordando prácticas del pasado, López Obrador mencionó que en épocas electorales los conservadores solían recurrir a dádivas como frijol con gorgojo, pollos y otros recursos para ganar apoyo. Rechazando este enfoque, declaró que *»Quisieran regresar por sus fueros. Pero ya no va a haber oligarquía disfrazada de democracia. No, ahora es democracia auténtica, verdadera. Se tienen que acostumbrar las autoridades a mandar obedeciendo al pueblo.»*
En el ámbito de infraestructura, el presidente adelantó que al finalizar su gobierno, los 500 municipios oaxaqueños contarán con caminos para las cabeceras municipales. Además, anunció que en octubre se inauguraría la autopista Puerto Escondido-Oaxaca, seguida el próximo año por la autopista del Istmo a Oaxaca.
Uno de los proyectos más ambiciosos mencionados fue el tren de pasajeros transístmico y el tren de carga que conectará los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos. López Obrador destacó que esta inversión revitaliza un antiguo plan concebido por Porfirio Díaz para conectar los océanos Pacífico y Atlántico. Esta vía ferroviaria no solo impulsa la economía, sino que también se plantea como una alternativa al Canal de Panamá, que ha enfrentado limitaciones logísticas como la escasez de agua.
